Discurso Estudiantil: Asamblea Nacional
junio 10, 2007
A continuación, la trascripción del discurso leído por Douglas Bravo en la Asamblea Nacional el día 07 de Junio de 2007.
Un único comentario: la puntuación no es literal: ha sido realizada a partir de un video disponible en internet. La referencia de ese video está al final de este post.
Señores parlamentarios, padres, hermanos, compatriotas, compañeros y todo aquél que pueda estar escuchando estas líneas:
El día de hoy nos dirigimos a Ustedes porque se nos ha consignado la responsabilidad de tratar de recoger el sentir y el pensar de la juventud venezolana dentro de esta coyuntura socio-política, se nos ha dado la oportunidad de reivindicar antes esta asamblea y ante el país la razón de ser de nuestra propuesta. Una tarea enorme y compleja, pero la cual asumimos con gusto pues consideramos necesaria la labor de hacer llegar el mensaje de nuestra lucha de una manera clara y entendible a quien desee escucharnos.
En primera instancia, deseamos extender nuestras más sinceras felicitaciones a todos los estudiantes venezolanos, pues por vez primera hemos conquistado una […] y plural en esta asamblea nacional. Esto, gracias a nuestra lucha constante, férrea y pacífica. Sintámonos orgullosos: vencimos. Empezamos a hacer historia. Nos encontramos en esta tribuna para manifestar nuestro repudio al cierre arbitrario de RCTV, a la criminalización con la cual se ha pretendido manchar la protesta estudiantil, a los insultos que hemos recibido en este mismo hemiciclo todos los estudiantes y a las violaciones sistemáticas de nuestros derechos fundamentales. Hoy, los universitarios no vinimos a esta palestra pública a debatir. La agenda del movimiento estudiantil solo la define el movimiento estudiantil. Hoy vinimos aquí a reivindicar los derechos civiles. No se equivoquen: el debate entre los universitarios y de los universitarios para el país sin duda alguna se llevará a cabo. Pero el debate entre los universitarios se debe llevar a cabo en las universidades, en las calles, en lo barrios, en los pueblos del país. El debate entre los universitarios y de los universitarios se debe llevar a cabo con una agenda de discusión clara y de conocimiento público. El debate entre los universitarios se debe llevar a cabo con reglas que sean de pleno conocimiento entre los participantes, se debe llevar a cabo bajo una moderación imparcial, en fin, el debate entre los universitarios se debe llevar a cabo de una manera tal que refleje nuestras condiciones propias de estudiantes, es decir, de manera organizada, planificada, inteligente, justa y de iniciativa propia. También quisiéramos aclarar que no venimos aquí a exponer nuestras tendencias políticas ni nuestro proyecto de país, simplemente porque como colectivo aún lo estamos construyendo. Esto no quiere decir que los estudiantes que nos encontramos en desacuerdo con lo que está ocurriendo y ocurre en el país no poseamos un pensamiento crítico ni analítico, ni que seamos incapaces de generar propuestas. La realidad es que nosotros no formamos parte de un sistema ideológico único ni poseemos una línea de pensamiento única. Es por eso que decimos hoy ante la asamblea y ante el país que el debate y el diálogo y la discusión sería se le abrieron las puertas el día de hoy y es dentro de este marco plural de ideas que nosotros presentamos que emerge una visión común: una visión de libertad y de democracia. Una visión común que, según nosotros, define a los estudiantes. Una visión en la que, según nosotros, los estudiantes no somos socialistas: somos seres sociales. Los estudiantes no somos neoliberales: somos seres libres. Los estudiantes no hacemos oposición: nosotros hacemos proposición. Nosotros no pretendemos pasar a formar parte de la mitología popular, ni que nuestra imagen adorne paredes de universidades ni camisetas de jóvenes estudiantes. Tampoco pretendemos adornar las páginas de los libros de texto que son hojeados por los bachilleres a lo largo y ancho del territorio nacional, ni que una fastuosa autopista lleve nuestro nombre. No deseamos ser una pudo haber sido ni un lástima que fue. Deseamos ser algo más: un es y un será.
Nosotros como miembros del futuro de este país tenemos la obligación moral de velar por el presente, tenemos la obligación moral de labrar dicho futuro, tenemos la obligación moral de no bajar la guardia nunca, pues es nuestra responsabilidad… pues esa responsabilidad no es solo con nosotros mismos. Es con quienes nos antecede, es con quienes nos sustituirán, es con quienes hoy por hoy nos acompañan haciendo vida en este país y defraudarlos, sería cobarde, y defraudarlos sería apátrida, y defraudarlos no es una opción. Es por eso que la juventud está hoy en la calle: no estamos luchando por los intereses de un grupo empresarial, no estamos luchando en nombre de intereses internacionales, no estamos luchando a favor de una tendencia política, en todo caso, estamos en la calle haciendo política sin los políticos tradicionales, estamos fraguando una lucha cotidiana en nombre de nuestra nación y salvaguardando los intereses de una sociedad entera. En un principio, nuestra movilización nace en respuesta a una medida tomada de manera injusta contra RCTV. Nuestras acciones de calle responden a la amenaza a la libertad de expresión que esta medida representa, responden al vacío y a la nostalgia que se siente en los hogares de los venezolanos. Responde a la apropiación indebida de las antenas de RCTV, responde a la realidad que enfrentan 3.000 trabajadores cuyo sustento está en riesgo y con los cuales somos absolutamente solidarios. La bandera de RCTV la mantendremos hasta que la señal del canal 2 vuelva a su legítima frecuencia. Mas aun a lo largo del camino nos hemos dado cuenta que nuestra responsabilidad para con el país va más allá. Es por eso que hoy continuamos en la calle, convencidos que todos los venezolanos deberíamos ser tratados del mismo modo, sin discriminación y sin juicios de valor que distinguen entre buenos y malos. Creemos en la equidad y en la igualdad. En la igualdad de oportunidades y en la igualdad ante la ley. Consideramos que si unos venezolanos tienen el derecho de ir a Miraflores todos los venezolanos deberíamos tener el derecho de hacerlo. Consideramos que si unos venezolanos tienen derecho a trasladarse desde el interior del país en autobús para manifestarse en la capital, todos los venezolanos deberíamos tener la posibilidad de hacerlo. Consideramos que todo ciudadano, independientemente de su preferencia política tiene el derecho de trabajar y progresar como empleado estadal, consideramos que debe rechazarse toda forma de ingerencia internacional sobre los asuntos internos del país, venga de Estados Unidos, Nicaragua o Cuba. Consideramos que ya de una vez por todas hay que acabar con las divisiones, con el doble discurso y con la discriminación. Estamos en la calle porque somos demócratas y por lo tanto no creemos en ningún grado de autoritarismo. No creemos en la hegemonía de las minorías ni de las mayorías. Reprochamos de manera categórica toda forma de gobierno, pasada o presente, que atente contra el derecho de la ciudadanía a vivir y, más aún, a vivir siendo libres.
Hoy, nuestras clases son en la calle. Hoy no solo pedimos sino exigimos y promovemos la reivindicación de los derechos civiles. Es nuestro derecho y es nuestro deber hacerlo. Decimos: basta de discriminación. Exigimos y promovemos la reconciliación nacional. Permítannos expresarnos y manifestarnos libremente. Tomen en cuenta nuestras propuestas en temas de interés nacional o será nuestra generación la que tendrá que lidiar con las consecuencias. No criminalicen de antemano la protesta. Que no se menosprecie ni se insulte la iniciativa estudiantil y que se le de libertad y el respeto a aquellos que han sido injustamente perseguidos y vejados públicamente, como es el caso del bachiller Nixon Moreno y los más de doscientos detenidos en las últimas protestas, para la cual exigimos la revocatoria de todas las medidas de presentación judicial.
Creemos en la procura de la seguridad el mayor bienestar y la procura de la mayor felicidad posible para nuestro pueblo. Es por que eso que exigimos con la misma entereza y la misma fortaleza que se vele y se garantice el derecho a elegir, entendiéndose el derecho a elegir desde lo más simple, como el hecho de decidir qué ropa usar, qué comer y qué ruta tomar para ir al trabajo, hasta lo más complejo, como elegir su culto, su ideología y sus autoridades políticas, pasando también por el derecho a elegir qué desea leer en el periódico, escuchar en la radio y ver en la televisión, pues esa decisión debe recaer finalmente en el individuo, en el ciudadano y no en el estado, no en el gobierno. Ese derecho a elegir lo que más nos satisfaga es lo que hace al hombre verdaderamente humano, verdaderamente libre y es que una vida sin elecciones, una vida sin decisiones tiene poco de libre, tiene poco de humano y tiene poco de vida. Sería una existencia robótica, unipolar, sería, en fin, un sin sentido. Esa es la finalidad de nuestra lucha. Una lucha sin pretensiones golpistas o desestabilizadoras. Una lucha que se mantendrá invariablemente en el marco de la constitución. Una lucha de libertades, una lucha de elecciones. Una lucha que como hombres, mujeres, estudiantes, universitarios y, por encima de todo, como venezolanos, no podemos dejar de librar. Es nuestro derecho, es nuestro deber. Es nuestra responsabilidad y es nuestra obligación moral. Y es que nosotros conformamos una generación sin pasados oscuros. Una generación sin odios ni revanchismos. Una generación que ha superado el cortoplacismo. Nosotros, los jóvenes de Venezuela, estamos armados. Estamos armados con conciencia, garra, corazón, carácter, solidaridad, alegría, optimismo y humildad. Somos una generación que está dispuesta a fallar y a levantarse de nuevo. Una generación dispuesta a empezar desde cero. Una generación capaz de verdaderamente forjar libertades y, más aún, realidades. Una generación que no descansará hasta que seamos el país que podemos ser y la sociedad que debemos ser. Una generación que luchará hoy, mañana y siempre por ser libres y verdaderamente humanistas. Soñamos con un país donde podamos ser tomados en cuenta sin tener que estar uniformados (se quita la franela roja). Sin más nada qué decir, nos retiramos... por ahora.
Texto vía: Estudiantes en Asamblea Nacional: Douglas Barrios.
Un único comentario: la puntuación no es literal: ha sido realizada a partir de un video disponible en internet. La referencia de ese video está al final de este post.
Señores parlamentarios, padres, hermanos, compatriotas, compañeros y todo aquél que pueda estar escuchando estas líneas:
El día de hoy nos dirigimos a Ustedes porque se nos ha consignado la responsabilidad de tratar de recoger el sentir y el pensar de la juventud venezolana dentro de esta coyuntura socio-política, se nos ha dado la oportunidad de reivindicar antes esta asamblea y ante el país la razón de ser de nuestra propuesta. Una tarea enorme y compleja, pero la cual asumimos con gusto pues consideramos necesaria la labor de hacer llegar el mensaje de nuestra lucha de una manera clara y entendible a quien desee escucharnos.
En primera instancia, deseamos extender nuestras más sinceras felicitaciones a todos los estudiantes venezolanos, pues por vez primera hemos conquistado una […] y plural en esta asamblea nacional. Esto, gracias a nuestra lucha constante, férrea y pacífica. Sintámonos orgullosos: vencimos. Empezamos a hacer historia. Nos encontramos en esta tribuna para manifestar nuestro repudio al cierre arbitrario de RCTV, a la criminalización con la cual se ha pretendido manchar la protesta estudiantil, a los insultos que hemos recibido en este mismo hemiciclo todos los estudiantes y a las violaciones sistemáticas de nuestros derechos fundamentales. Hoy, los universitarios no vinimos a esta palestra pública a debatir. La agenda del movimiento estudiantil solo la define el movimiento estudiantil. Hoy vinimos aquí a reivindicar los derechos civiles. No se equivoquen: el debate entre los universitarios y de los universitarios para el país sin duda alguna se llevará a cabo. Pero el debate entre los universitarios se debe llevar a cabo en las universidades, en las calles, en lo barrios, en los pueblos del país. El debate entre los universitarios y de los universitarios se debe llevar a cabo con una agenda de discusión clara y de conocimiento público. El debate entre los universitarios se debe llevar a cabo con reglas que sean de pleno conocimiento entre los participantes, se debe llevar a cabo bajo una moderación imparcial, en fin, el debate entre los universitarios se debe llevar a cabo de una manera tal que refleje nuestras condiciones propias de estudiantes, es decir, de manera organizada, planificada, inteligente, justa y de iniciativa propia. También quisiéramos aclarar que no venimos aquí a exponer nuestras tendencias políticas ni nuestro proyecto de país, simplemente porque como colectivo aún lo estamos construyendo. Esto no quiere decir que los estudiantes que nos encontramos en desacuerdo con lo que está ocurriendo y ocurre en el país no poseamos un pensamiento crítico ni analítico, ni que seamos incapaces de generar propuestas. La realidad es que nosotros no formamos parte de un sistema ideológico único ni poseemos una línea de pensamiento única. Es por eso que decimos hoy ante la asamblea y ante el país que el debate y el diálogo y la discusión sería se le abrieron las puertas el día de hoy y es dentro de este marco plural de ideas que nosotros presentamos que emerge una visión común: una visión de libertad y de democracia. Una visión común que, según nosotros, define a los estudiantes. Una visión en la que, según nosotros, los estudiantes no somos socialistas: somos seres sociales. Los estudiantes no somos neoliberales: somos seres libres. Los estudiantes no hacemos oposición: nosotros hacemos proposición. Nosotros no pretendemos pasar a formar parte de la mitología popular, ni que nuestra imagen adorne paredes de universidades ni camisetas de jóvenes estudiantes. Tampoco pretendemos adornar las páginas de los libros de texto que son hojeados por los bachilleres a lo largo y ancho del territorio nacional, ni que una fastuosa autopista lleve nuestro nombre. No deseamos ser una pudo haber sido ni un lástima que fue. Deseamos ser algo más: un es y un será.
Nosotros como miembros del futuro de este país tenemos la obligación moral de velar por el presente, tenemos la obligación moral de labrar dicho futuro, tenemos la obligación moral de no bajar la guardia nunca, pues es nuestra responsabilidad… pues esa responsabilidad no es solo con nosotros mismos. Es con quienes nos antecede, es con quienes nos sustituirán, es con quienes hoy por hoy nos acompañan haciendo vida en este país y defraudarlos, sería cobarde, y defraudarlos sería apátrida, y defraudarlos no es una opción. Es por eso que la juventud está hoy en la calle: no estamos luchando por los intereses de un grupo empresarial, no estamos luchando en nombre de intereses internacionales, no estamos luchando a favor de una tendencia política, en todo caso, estamos en la calle haciendo política sin los políticos tradicionales, estamos fraguando una lucha cotidiana en nombre de nuestra nación y salvaguardando los intereses de una sociedad entera. En un principio, nuestra movilización nace en respuesta a una medida tomada de manera injusta contra RCTV. Nuestras acciones de calle responden a la amenaza a la libertad de expresión que esta medida representa, responden al vacío y a la nostalgia que se siente en los hogares de los venezolanos. Responde a la apropiación indebida de las antenas de RCTV, responde a la realidad que enfrentan 3.000 trabajadores cuyo sustento está en riesgo y con los cuales somos absolutamente solidarios. La bandera de RCTV la mantendremos hasta que la señal del canal 2 vuelva a su legítima frecuencia. Mas aun a lo largo del camino nos hemos dado cuenta que nuestra responsabilidad para con el país va más allá. Es por eso que hoy continuamos en la calle, convencidos que todos los venezolanos deberíamos ser tratados del mismo modo, sin discriminación y sin juicios de valor que distinguen entre buenos y malos. Creemos en la equidad y en la igualdad. En la igualdad de oportunidades y en la igualdad ante la ley. Consideramos que si unos venezolanos tienen el derecho de ir a Miraflores todos los venezolanos deberíamos tener el derecho de hacerlo. Consideramos que si unos venezolanos tienen derecho a trasladarse desde el interior del país en autobús para manifestarse en la capital, todos los venezolanos deberíamos tener la posibilidad de hacerlo. Consideramos que todo ciudadano, independientemente de su preferencia política tiene el derecho de trabajar y progresar como empleado estadal, consideramos que debe rechazarse toda forma de ingerencia internacional sobre los asuntos internos del país, venga de Estados Unidos, Nicaragua o Cuba. Consideramos que ya de una vez por todas hay que acabar con las divisiones, con el doble discurso y con la discriminación. Estamos en la calle porque somos demócratas y por lo tanto no creemos en ningún grado de autoritarismo. No creemos en la hegemonía de las minorías ni de las mayorías. Reprochamos de manera categórica toda forma de gobierno, pasada o presente, que atente contra el derecho de la ciudadanía a vivir y, más aún, a vivir siendo libres.
Hoy, nuestras clases son en la calle. Hoy no solo pedimos sino exigimos y promovemos la reivindicación de los derechos civiles. Es nuestro derecho y es nuestro deber hacerlo. Decimos: basta de discriminación. Exigimos y promovemos la reconciliación nacional. Permítannos expresarnos y manifestarnos libremente. Tomen en cuenta nuestras propuestas en temas de interés nacional o será nuestra generación la que tendrá que lidiar con las consecuencias. No criminalicen de antemano la protesta. Que no se menosprecie ni se insulte la iniciativa estudiantil y que se le de libertad y el respeto a aquellos que han sido injustamente perseguidos y vejados públicamente, como es el caso del bachiller Nixon Moreno y los más de doscientos detenidos en las últimas protestas, para la cual exigimos la revocatoria de todas las medidas de presentación judicial.
Creemos en la procura de la seguridad el mayor bienestar y la procura de la mayor felicidad posible para nuestro pueblo. Es por que eso que exigimos con la misma entereza y la misma fortaleza que se vele y se garantice el derecho a elegir, entendiéndose el derecho a elegir desde lo más simple, como el hecho de decidir qué ropa usar, qué comer y qué ruta tomar para ir al trabajo, hasta lo más complejo, como elegir su culto, su ideología y sus autoridades políticas, pasando también por el derecho a elegir qué desea leer en el periódico, escuchar en la radio y ver en la televisión, pues esa decisión debe recaer finalmente en el individuo, en el ciudadano y no en el estado, no en el gobierno. Ese derecho a elegir lo que más nos satisfaga es lo que hace al hombre verdaderamente humano, verdaderamente libre y es que una vida sin elecciones, una vida sin decisiones tiene poco de libre, tiene poco de humano y tiene poco de vida. Sería una existencia robótica, unipolar, sería, en fin, un sin sentido. Esa es la finalidad de nuestra lucha. Una lucha sin pretensiones golpistas o desestabilizadoras. Una lucha que se mantendrá invariablemente en el marco de la constitución. Una lucha de libertades, una lucha de elecciones. Una lucha que como hombres, mujeres, estudiantes, universitarios y, por encima de todo, como venezolanos, no podemos dejar de librar. Es nuestro derecho, es nuestro deber. Es nuestra responsabilidad y es nuestra obligación moral. Y es que nosotros conformamos una generación sin pasados oscuros. Una generación sin odios ni revanchismos. Una generación que ha superado el cortoplacismo. Nosotros, los jóvenes de Venezuela, estamos armados. Estamos armados con conciencia, garra, corazón, carácter, solidaridad, alegría, optimismo y humildad. Somos una generación que está dispuesta a fallar y a levantarse de nuevo. Una generación dispuesta a empezar desde cero. Una generación capaz de verdaderamente forjar libertades y, más aún, realidades. Una generación que no descansará hasta que seamos el país que podemos ser y la sociedad que debemos ser. Una generación que luchará hoy, mañana y siempre por ser libres y verdaderamente humanistas. Soñamos con un país donde podamos ser tomados en cuenta sin tener que estar uniformados (se quita la franela roja). Sin más nada qué decir, nos retiramos... por ahora.
Texto vía: Estudiantes en Asamblea Nacional: Douglas Barrios.
P. E. Rodríguez/R.Coll @ 1:17 p. m.,
2 Comments:
- At 5:22 p. m., dijo...
-
Por primera vez leo el discurso completo (solo habia eonctrado trozos en periodicos, en videos). La verdad es que me ha gustado bastante. Espero que ese espiritu inconforme siga vivo y siga libre. Un aplauso... (por ahora).
- At 11:20 a. m., P. E. Rodríguez/R.Coll dijo...
-
A mi también me parece un buen texto, Ro.
Lo curioso (o al revés: lo poco sorprendente) es que se trata de un texto que no ha encontrado respuesta por parte de el neofuncionariato de la asamblea.
Un saludo afectuoso por allá.